“LA SOCIEDAD
LOW COST”

El fenómeno
low cost comenzó siendo tan solo una estrategia de marketing que se basaba
prácticamente en la venta directa en internet o sin intermediario y con precios
reducidos, pero se ha llegado a convertir en un fenómeno social imparable. Aunque es muy importante diferenciar entre low
cost y low price, ya que este segundo concepto
es sólo una estrategia de precio que no cambia las reglas tradicionales de
ninguna de las variables le “mix”. La llamada sociedad low cost está cambiando
los hábitos de compra y venta en muchos sectores como el mobiliario, turismo, material
deportivo o moda entre muchos otros.
El mercado hace saber a los nuevos
consumidores potenciales que en esta nueva sociedad de consumo todo puede estar
accesible a sus deseos de consumo independientemente de su nivel económico
formativo o edad. Dentro de los consumidores habituales de las empresas de low
cost como pueden ser IKEA, Decathlon, o Media Markt se pueden encontrar
consumidores muy dispares en referencia a se nivel formativo o de renta. Pero
parecidos en su comportamiento y actitudes en las decisiones de consumo.
Aunque, debido a que esta sociedad de low cost y los consumidores
pertenecientes a ésta están todavía en proceso de formación, las
características de los consumidores son todavía algo difusas, pero podría
afirmarse que algunas de ellas son:
1) El consumidor low cost tiene un
perfil heterogéneo e interviene en todas las tipologías sociales.
2) Su principal segmento de edad es bajo
aunque va apoderándose del resto.
3) Suele iniciarse en las compras de
servicios como viajes y vuelos baratos y se extiende más tarde a otros
sectores.
4) El consumidor suele formar parte activa
del producto.
5) Favorece a las nuevas marcas con
posicionamiento diferenciado y
estrategia de precios bajos a las marcas ya consolidadas que se ven forzadas a
crear nuevas marcas.
6) El low cost es considerado el gran
igualador entre la clase media y la burguesía. En los “templos del consumo”,
las clases se difuminan.
7) Reconocen a los creadores de estas
empresas como iconos sociales que concilian justicia social, enormes cantidades
de dinero y poder, con transgresión.
8) Las “personas low cost” gastan su
dinero en necesidades básicas que aportan la misma solución que los productos
de marca reconocida.
Me parece que la afirmación de que está en
proceso de construcción la llamada sociedad low cost es muy cierta, ya que
prácticamente existen competidores low cost de marcas ya consolidadas en casi
todos los sectores. Y con la situación económica que se está viviendo en la
actualidad muchos de los clientes fieles a estas marcas se están dando cuenta
que pueden encontrar el mismo servicio con una calidad muy similar a precios
mucho menores.
Además, creo que es cierto que la sociedad low
cost de alguna forma difumina más las diferencias entre clases, porque en estas
empresas hay consumidores de todo tipo con características económicas y de
formación muy diferentes.
El informe
sobre el que me he basado para realizar el artículo fue realizado por el “Portal
do Comerciante” de la Xunta de Galicia. Aquí os dejo el link por si quisieseis profundizar
más en él!
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